
Los colaboradores energizados son tres veces mejores equilibrando la vida laboral y la vida personal, apoyan tres veces más a sus líderes y es menos probable que renuncien a sus empleos (Mercer, 2023).
La gestión del talento humano es un factor determinante en el cumplimiento de los objetivos organizacionales y el éxito de las organizaciones. De acuerdo con Mercer (2023), en un mundo laboral en constante cambio y transformación es necesario crear modelos de negocio, formas de trabajar y nueva tecnología que permita adaptarse y responder de manera efectiva a los retos que se presentan.
Si bien los cambios pueden generar resistencia en algunos colaboradores, en muchas ocasiones representan la solución a diferentes problemáticas de la organización. Por consiguiente, la transformación de la gestión del talento humano debe centrarse en los empleados, sus necesidades, intereses y estilo de vida, para que de esta manera salga a la superficie la energía del personal.
Esta es la capacidad de los empleados para actuar y producir un impacto en la empresa. Según lo expuesto en el informe de Mercer en el 2023, si bien la energía colectiva es importante se debe reconocer que cada colaborador aprovecha la energía de maneras diferentes, por lo mismo se debe tomar como punto de partida la experiencia individual del empleado, tomando en cuenta tres puntos importantes: el entorno, los eventos y las expectativas del colaborador.

La energía colectiva es el impulso que hace que los colaboradores quieran presentarse a trabajar todos los días en función del cumplimiento de objetivos comunes; también conocida como energía productiva, es una experiencia compartida con un impacto positivo, interés y comportamientos compartidos entre los equipos de trabajo en la búsqueda y el alcance de los objetivos organizacionales (Cole et al., 2012).
La clave para aprovechar la energía colectiva es el balance y la empatía, es por ello que se debe crear una cultura de colaboración en la que el trabajo de todas las personas sea valorado y reconocido como pieza clave para alcanzar los objetivos, asimismo, es necesario asegurar que la transformación organizacional va a tomar en cuenta la experiencia de los colaboradores tanto dentro como fuera de la organización.
Por otro lado, la energía se puede ver afectada por diferentes circunstancias, por ejemplo, los trabajos monótonos, las disfunciones en la burocracia, la falta de autenticidad y diversidad en la organización, así como, la desconexión que existe entre las diferentes generaciones y la estructura organizacional, la falta de confianza e identificación con la dirección estratégica de la organización y la visión.
Para mantener la energía colectiva es necesario cambiar de perspectiva, puesto que, anteriormente las organizaciones se concentraban en prevenir los estados psicológicos negativos, sin embargo, en la actualidad se ha demostrado que trae más beneficios promover estados psicológicos positivos en los colaboradores (Cole et al., 2012).

Al aprovechar la energía colectiva se obtienen diferentes beneficios entre los cuales se pueden mencionar la motivación colectiva, la eficacia, la integración de los equipos de trabajo, el aumento de la autonomía, así como, la reducción de la fuga de talento y rotación de personal, un mayor apoyo de los líderes y balance entre la vida laboral y personal. Un equipo de trabajo energizado brinda una ventaja competitiva para la organización, pues aumenta la creatividad, el bienestar, la eficiencia y la motivación para cumplir con los objetivos estratégicos.
Por consiguiente, se recomienda diseñar el trabajo para despertar la motivación, limitar factores que afecten la energía del equipo, promover la comprensión de las fuentes de energía de cada colaborador de manera individual, tomar acciones efectivas en casos de estrés y burnout de los colaboradores, rediseñar y transformar los procesos de la gestión del talento humano de acuerdo con las necesidades actuales de la organización.
La energía colectiva tiene un impacto positivo en la productividad, fortalece la cultura organizacional, fomenta una cultura de colaboración, desarrolla la creatividad y el liderazgo, aumenta el compromiso; así como, promueve un entorno laboral más saludable y equilibrado; esto permite el desarrollo de la resiliencia organizacional, lo cual asegura el éxito de la empresa en medio del cambio constante y la transformación.
Articulo escrito por Lourdes García
Referencias
Cole, M.S., Bruch, H., & Vogel, B. (2012). Energy at work: A measurement validation and linkage to unit effectiveness. Journal of Organizational Behavior (John Wiley & Sons, Inc.), 33(4), 445–467. https://doi.org/10.1002/job.759
Mercer (2023). Rise or the relatable organization. Global talent trends 2022-2023 study. Mercer 70-85 https://www.mercer.com/es-mx/insights/people-strategy/future-of-work/global-talent-trends/
